Nuestra historia
Me llamo Sofía, tengo 27 años. Crecí en Valencia, en una familia donde las comidas duraban tres horas y nunca te ibas sin un beso. Luego, a los 20 años, la vida quiso que me fuera a vivir al extranjero por mis estudios y mi primer trabajo. Pasé cuatro años enteros lejos de mis padres, de mis hermanas, de los aromas del Mediterráneo.
Fue durante este periodo de distancia cuando nació el concepto de Corazón Joya. Buscaba una manera sencilla, discreta, de mantener cerca a mis seres queridos. Las videollamadas por WhatsApp estaban bien, pero quería sentir su presencia. Imaginé una joya que se construye pieza a pieza, cada fragmento representando a un ser querido.
La idea era clara: el collar debía ser a la vez hermoso e indestructible, como el vínculo familiar. Por eso elegí el acero inoxidable de alta calidad, capaz de soportar la vida diaria sin deslustrarse. Tenía que ser una joya que nunca te quitaras.
De vuelta en Madrid, creé mi primer collar Unión™: un puzle para mi familia. El resultado fue tan bonito y el simbolismo tan fuerte que mis amigos empezaron a pedírmelos. Mi pequeño taller es un rincón de mi apartamento, alimentado por la pasión y mi deseo de unir corazones simbólicamente.
Corazón Joya es mi homenaje a mi familia y a todas aquellas que saben lo que es amar en la distancia. Cada pieza es un mensaje: estás aquí, conmigo, para siempre.
— Sofía